¿Quién es Óscar Balboa? ¿Qué se esconde tras el detective más famoso y peculiar de la trilogía de La cicatriz del mal? ¿Y como llegó a ser parte de esta trilogía, llegando a colmar el protagonismo de los tres libros?

Quizás sea difícil el poder explicar como nació este personaje, el cual ya forma parte no solo de mi vida, sino también del resto de lectores que han podido vivir a través de él y de su persona los casos que se dan en esta trilogía, y sobre todo llegando hasta el límite, como sucede en El despertar de Némesis y La venganza de Hybris


Como dio comienzo todo y como nació el detective Óscar Balboa.

Todo comenzó a raíz de querer inventar un personaje, un detective que fuese la cara visible de mi primer trabajo dentro del género de suspense y novela negra, dejando atrás mis historias de terror. Comenzó a surgir la idea de este detective, en el cual quise enfocar no solo una pequeña parte de mi, sino también a esa otra personalidad que me gustaría haber podido ser, y junto a ello, y mezclándolo con ciertas personalidades de otros detectives que he llegado a conocer como buen lector de las aventuras de Arthur Conan Doyle o de Agatha Christie, de ahí nació el personaje de Óscar Balboa; a partir de ahí, tan solo tuve que pulir un poco su personalidad, físico, y manera de vestir. 

Después vino el nombre; «¿Y por qué ese nombre?» Os preguntaréis. En cuanto al apellido, lo tenía bastante claro. Me dejé llevar por uno de los personajes que más me han marcado en mi vida dentro del cine, Rocky Balboa, un personaje capaz de afrontar los golpes más duros de la vida, y que sigue adelante sin dejar de avanzar. Un personaje que en mis peores momentos hizo que me armase de valor y tirar hacia delante, sin culpar a la vida de mi suerte. Por lo tanto, creí oportuno darle ese apellido al detective, y de un modo también ofrecerle ese tesón y no rendirse jamás. El nombre fue algo que me costó algo más, hasta que pude comprobar que Óscar encajaba con el apellido. No fue sencillo, pero una vez decidido, vi que sería fácil de recordar para los lectores. Me repetí varias veces el nombre a mi mismo, «Óscar Balboa.» Y entonces algo dentro de mi me dijo, «Ese es el detective que andábamos buscando.» 

Tras aquello, comencé a imaginármelo, a verlo actuar, y como poco a poco iba dando forma a ese detective que ya jamás se separaría de mi, y el cual pasará a ser inmortal. También tenía claro que debía de tener un compañero, más bien un amigo; David. Y después había que construir un mundo alrededor suyo. Una mujer, Lucia; un hijo, Jaime; y un pasado tormentoso, donde le dejaría marcado en cierto sentido, sobre todo al no saber lo que es tener un modelo o ejemplo paterno, al experimentar como su padre decidió abandonarlo cuando tan solo era un crio, dejándole a solas con su madre; esa madre que siempre fue su apoyo a pesar de su dura infancia. Aun así, las pocas inseguridades que Balboa pudiese tener, se ven equilibradas gracias a su fortaleza mental, algo que hace que la mayoría de personajes que se cruzan con él, apenas sean capaces de tolerar sus métodos de deducción, su uso de observación capaz de ver cosas que otros no ven, y sobre todo su inteligencia, muy por encima del resto. 


Óscar Balboa dentro de la trilogía.

En La cicatriz del mal podemos llegar a conocer el origen de nuestro detective, o al menos el origen que muestro a partir de ese momento, realizando ciertos flashbacks sobre su infancia, el como comenzó a trabajar dentro del departamento policial, y hasta como decidió ser detective privado dejando a un lado su anterior vida como agente de policía, todo ello nacido por su decisión de abandonar el cuerpo tras verse acorralado y engañado por una ley que apenas existe o que cree rota y corrompida incluso desde dentro. Todo eso hace que nazca el detective que empezamos a conocer a través de La cicatriz del mal, y desde sus páginas iremos viendo como crece esa amistad con su compañero, David. También entenderemos y viviremos los lazos que irá creando respecto al joven Daniel, a quien Óscar comenzará a ver de distinto modo a como le ven el resto. Conoceremos de primera mano la forma de trabajar y de deducir del detective, de como en los momentos más difíciles es capaz de sumergirse en el palacio de su mente, creando un universo paralelo al resto, donde solo él es capaz de descubrir y ver más allá de las pistas. 

En El despertar de Némesis y La venganza de Hybris seguiremos descubriendo más sobre la vida del detective, sus miedos, preocupaciones, y sobre todo su lado más humano, aquel que en La cicatriz del mal apenas pudimos observar. Iremos avanzando en la historia junto a Óscar Balboa, y podremos comprobar como todo lo sucedido en ambos casos, le hará madurar aún más; no solo como persona, también como detective, viéndose llevado al límite de sus capacidades. Y ahora os preguntaréis, «¿Pero no era una persona fría, distante, y segura de si misma?» ¿Acaso esperabais un personaje como Sherlock Holmes? Siento defraudaros, o no... Pero el detective Balboa no necesita de opiáceos y otras sustancias como la cocaína para llegar al fondo de sus razonamientos, y tampoco llega hasta el punto de padecer Asperger, por mucho que David o incluso el jefe de policía tengan momentos de no aguantar su temperamento y comportamiento. Y hasta aquí, si os ha picado la curiosidad de conocer más sobre el detective Óscar Balboa, ya sabéis. Aventuraos a entrar entre las páginas de esta trilogía, y descubriréis más sobre este fabuloso detective. Que no os lo cuenten. Y tú, ¿Aun no conoces al detective Balboa?




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